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El estrés y el apretamiento dental patológico pueden producir inflamación y dolor en la articulación, así como también desgaste dental. La colocación de férulas de descarga individualizadas y adaptadas a la mordida única de cada paciente nos permite prevenir y tratar estas alteraciones antes de producir patologías serias de la articulación.

En el mundo actual que vivimos es prácticamente inevitable enfrentarnos a situaciones de estrés, que con el pasar del tiempo van dejando huellas sobre nuestro cuerpo; contracturas musculares, dolores en el cuello, la espalda, la cabeza y por supuesto el apretamiento dental o bruxismo.

Esta entidad, el bruxismo, es una patología silenciosa, que aparenta no producir mayores problemas pero, nada mas alejado de la realidad, este constante apretamiento produce sobrecargas en los dientes lo cual puede traducirse en fisuras, desgastes y fracturas dentales, pudiendo acelerar una pérdida dental que en condiciones normales no ocurriría. Los desgastes dentales moderados y severos llevan al paciente a realizar movimientos anómalos para lograr una eficiente masticación lo que se traduce en una sobrecarga muscular que puede causar dolor o peor aun, alteraciones anatómicas en la propia articulación temporormandibular, patologías inflamatorias y /o degenerativas por exceso de presión y sobrecargas.

Una Forma de frenar el avance de esta entidad y las alteraciones que esta produce es la confección de una férula rígida para impedir o limitar la sobrecarga hacia los dientes, hueso y tejidos articulares. Su correcta adaptación y control periódico son fundamentales para lograr el éxito en este tratamiento, por lo que es indispensable que el mismo sea llevado a cabo por un profesional cualificado y con amplios conocimientos de oclusión y de anatomía y fisiología articular.